Invierte, ante todo, en el mejor activo que tienes: Tú.
La inversión es el gran motor del crecimiento, el desarrollo y la riqueza, ¡y por supuesto que todos queremos ser ricos! El verdadero problema radica en dónde y cómo invertir.
Yo opero de 10 a 15 negocios diferentes todos los días, y cada uno con sus respectivas responsabilidades y compromisos. Cuando nació mi hija Sofi comencé a sentirme cada vez más presionado con el tiempo. Entonces, puse en práctica todo lo relacionado con el conocido aforismo-consejo del analista financiero Paul Clitheroe: “Invierte en ti mismo. Tu carrera es el motor de tu riqueza”.
Es lo que también aconsejo cuando alguien se me acerca en el Súper o el Gym, me ocurre con frecuencia, y me pregunta dónde invertir: Invierte en ti. Eres el activo más importante de tu vida”.
Tú eres el activo más importante
“¿Cómo es o de que se trata invertir en mí?”, muchas veces también me preguntan como respuesta…
Invertir en libros, cursos, tutoriales y preparación a fondo te va a transformar en alguien capaz de compartir con personas de mayor nivel. Y aquí no se trata de acumular, sino también de transmitir, conocimientos y experiencia, y seguir creciendo al aprender de tus nuevos grupos de amigos. Dos áreas de inversión personal: Conocimientos y Networking.
Sin embargo, no estaría completa esa inversión si no tomas en cuenta tu bienestar físico y mental, que se enmarca en el área de Wellness. Finalmente, como eres tu mejor carta de presentación, invierte en tu aspecto, lenguaje, presentación, relaciones sociales y todo lo que te genere “good vibrations”: Personal Branding.
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