A inicios del siglo XXI, la mayoría de los líderes en el mundo, seguían arrastrando las ideas y el enfoque de las generaciones tradicionalistas y/o los Baby Boomers.
Un liderazgo totalmente vertical, autoritario, basado en el control y con consecuencias unitivas para garantizar el cambio de un comportamiento.
Esa era la esencia del liderazgo del siglo XX: el control
Determinado por la calidad total, los procesos bien definidos y la programación repetitiva de tareas que generaban resultados consistentes.
Sin embargo, todo evoluciona; y actualmente, la globalización y la era digital presentan nuevos desafíos para el liderazgo efectivo.
Pero a pesar de que la tecnología es una potente herramienta de acceso a la información y facilita la conexión entre seres humanos, existen líderes que aún no aprenden a comunicarse afectiva y efectivamente bajo este modelo.
Incluso, el concepto de balance entre vida y trabajo, puede parecer utópico y poco práctico para algunos. Esto los lleva a acusar a las nuevas generaciones de egocéntricas, improductivas y desorientadas.
Es por eso que, en la actualidad, el modelo de liderazgo debe centrarse en el respeto, la confianza y admiración, como valores fundamentales.
Estos son algunos consejos que pueden servirte para desarrollar un liderazgo efectivo en 2021:
Migra al mundo digital para mantenerte comunicado.
Sin duda nos ha quedado claro que las conexiones ya no son solo físicas. Tanto la interacción como la comunicación son importantes también en lo digital. Explora las distintas plataformas y recursos para mantener una comunicación efectiva y constante con tu equipo.
Prioriza la inteligencia colectiva.
Una de las características de las nuevas organizaciones es que sus jerarquías, aunque no desaparecen por completo, al menos se difuminan. De esta forma fluye mejor el talento colectivo, se fomentan la participación y los modelos democráticos.
Sigue aprendiendo.
Te lo he dicho antes: el mundo evoluciona. Por ello es necesario aprender cada día lo que ayer dábamos por sentado. Recuerda que hasta los retos se renuevan.
Sé empático.
Ninguna empresa, por más aislada que se encuentre, deja de tener algún tipo de impacto en los entornos o sociedades en las que opera. Por esta razón, la conciencia del beneficio social y el carácter solidario tampoco puede faltar en esta lista de cualidades.
Porque si bien es cierto que algunas personas nacen para ser líderes, es mucho más común que los grandes líderes se desarrollen con base en ir dominando las habilidades necesarias para su desarrollo personal.
Escucha más sobre este tema en mi podcast. Lo puedes encontrar en Spotify o en Anchor. ¡No olvides compartirlo!